PABLO LÓPEZ RIOBOO

El Cid y Joselito Adame dieron la vuelta al ruedo en quinto y sexto respectivamente; antes, la corrida no tuvo interés y el aburrimiento se apoderó de los tendidos maestrantes

Miguel Abellán, El Cid y Joselito Adame era la terna elegida para este miércoles de preferia en la capital andaluza. Era la cuarta de la Feria de Abril, quinta de abono en el escenario maestrante, y el hierro albaceteño de Las Ramblas ponía la materia prima ganadera para la tarde.

Faena pulcra y aseada de Abellán ante el noble y soso primero. Porfió el torero madrileño en una faena dónde solo tomó vuelo en momentos puntuales. El toro pese a estar justo de fuerzas se vino arriba en la muleta. Destacaron tres naturales en las postrimerías de la faena. Tras una estocada un pelín trasera fue silenciado.

Toro también justo de fuerzas este segundo, apenas castigado en varas, esperó mucho en banderillas, en la cual Alcalareño sufrió una fea voltereta sin consecuencias graves. Antes Adame dejó su tarjeta de presentación con un ajustado quite por chicuelinas. Volvía El Cid a su Sevilla para realizar una faena de más a menos, las primeras series por el derecho tuvieron temple, firme estuvo el de Salteras, tuvieron sabor los remates y los pases de pecho de pitón a rabo. Por el izquierdo no consiguieron acoplarse toro y torero y la faena acabó por diluirse. Animal este de las Ramblas con nobleza pero al que le faltó casta y poder. Tras una estocada algo trasera y caída fue silenciado.

El tercero de la tarde fue un toro de Las Ramblas que al igual que sus hermanos adoleció de casta y fuerza. Lo cuidó Adame en los primeros tercios, Jarocho le abrió los caminos, templándolo y ayudando al animal. En la muleta el animal soso y descastado embistió sin alma, le faltó enfibrarse más al mexicano en una lidia aseada pero que nunca tomó vuelo. Adame porfió en una faena plana y anodina, en la que el público acabó por aburrirse debido al nulo juego del animal

Tampoco valió el castaño que hizo cuarto. Un toro en el que Abellán no pasó de correcto como en su toro anterior. Con nobleza pero soso y sin transmisión el toro dejó estar delante al madrileño pero sus embestidas siempre a media altura producían el bostezo en el tendido. Faena plana, en la que el torero madrileño acabó desesperado ante la sosa y desfondada embestida del de Las Ramblas. Se va Abellán de Sevilla sin poder pegar un muletazo de verdad. Tras una estocada habilidosa fue silenciado.

Sin estar sobrado de casta el quinto, tuvo la virtud de la movilidad y la transmisión. Lo recibió con verónicas en el tercio, luego el de Las Ramblas derribó al caballo en el tercio de varas. En la muleta tuvo la virtud de la prontitud, la nobleza y la movilidad. Faena de buen nivel del de Salteras por el lado derecho, muletazos templados, el animal con su puntito de casta perseguía las telas en tandas de cinco o seis muletazos, pero en cada uno de ellos tendía a salir con la cara suelta. Por el izquierdo no lo vio tan claro Manuel Jesus, el toro tendía a venir cruzado y meterse por dentro. Volvió el de Salteras al lado derecho pero ya el toro no era el mismo, muletazos de uno en uno, el fondo de casta del animal se había agotado. Tras una media estocada en buen sitio y un descabello dio una vuelta al ruedo tras una faena donde El Cid se reencontró con Sevilla en una faena de más a menos. Palmas al toro en el arrastre para el de las Ramblas.

Si Sevilla había vivido en el tedio en sus cuatro primeros toros, primero El Cid en el quinto y luego Adame en el sexto levantaron a Sevilla de su letargo. El último de la tarde, un toro largo y serio al que meció con suavidad de capa llegó con movilidad al tercio de banderillas, donde saludaron Jarocho y Fernando Sánchez tras su buena actuación. Se vino de largo el animal en un inicio de faena con vibración, hasta ocho estatuarios como apertura, durante la faena fueron largos los derechazos, algunos más encajados que otros en tandas donde el mexicano exprimió noble y enclasado animal. Sonó la música, estaba entonado el torero mexicano, pero sin embargo por el izquierdo no templó como requería el animal. Aun así algún natural suelto brotó de su muleta poderosa, pero sin continuidad. Cerró la faena con muletazos con sabor, bello fin de faena, la faena encaminaba hacia la oreja, pero tras una estocada al encuentro y un descabello todo quedó en un vuelta al ruedo tras una petición insuficiente de oreja. Palmas para el de Las Ramblas en el arrastre, el más completo de la tarde

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Cuarta de la Feria de Abril. Quinta de abono. Corrida de toros.

Seis toros de Las Ramblas, sosos, descastados muy a menos salvo el manejable quinto y el noble y enclasado sexto, ambos ovacionados en el arrastre.

Miguel Abellán, silencio y silencio. 

Manuel Jesús «El Cid”, silencio y vuelta al ruedo.

Joselito Adame, silencio y vuelta al ruedo.

@pablolopezriobo (pablolr89)

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