PABLO LÓPEZ RIOBOO
Finito, Ortega Cano, Padilla, Abellán, Carbonell, Luque y el novillero Carlos Corradini en el cartel interpretaron un bello festival con gran ganado.
La localidad sevillana de La Algaba y su característica plaza de carros acogía esta tarde el festival en beneficio del subalterno José Manuel Soto, que perdió una pierna el pasado mes de agosto debido a la cogida por un novillo en el municipio jiennense de Peal de Becerro. A las cuatro y media en punto hacían el paseíllo Finito de Córdoba, Juan José Padilla, Miguel Abellán –sustituyendo al lesionado Juan Mora-, Manuel Carbonell, Daniel Luque y el novillero Carlos Corradini. Se lidiaban novillos de Fuente Ymbro, Talavante, Torrestrella, El Freixo, Dolores Aguirre y Hermanos Garzón.
Hoy el toreo quería rendirle su homenaje a un torero que ha visto truncado su sueño se ser figura de ‘los de plata’, un día de agosto la mala suerte se cebó con un hombre honesto, pero hoy el toreo le quiso regalar una tarde de‘cante grande’ de emociones y sentimientos, de esas que engrandecen la tauromaquia. Todos los que trenzaron el albero le regalaron su bien más preciado, su toreo, ese que brotó de forma especial en una tarde de octubre . Hoy José Manuel Soto tuvo el regalo de sus amigos, esos que no dudaron en dar el paso adelante y estar con él. Se le notaba en la mirada, esa que rebosaba gratitud, esa que no se le borró ni un instante, pese a que alguna lagrima pudiera caer por sus mejillas. Hoy era su tarde, tanto es así que se abrió la puerta grande para poner el broche de oro a la tarde y al festival. ¡¡Gracias por tanto, torero!!
Tuvo ante sí Finito un abreplaza de mansa condición, un astado de Fuente Ymbro suelto de salida que nunca quiso pelea. Porfió Juan en sacar agua de un pozo vacío, dejando muletazos de buen corte. Lo mejor vino en las postrimerías de la faena con tres enormes remates por abajo, de una gran templanza. Gotitas de toreo del de Córdoba que calaron en el respetable. Tras pasaportar al animal de una estocada cortó dos orejas.
En segundo lugar salió un animal del hierro de Talavante de gran nobleza y temple. Lanceó con soltura y buen trazo Ortega a un novillo no sobrado de fuerzas. Se le picó en exceso, llegando el astado rebrincado a la muleta. El toreo de Cartagena, dejó antes del tercio de muleta un quite por verónicas de fino trazo. Faena de buen gusto ante un animal con virtudes. Gustó la obra al público que jaleó cada pase, se abandonó por momentos Ortega Cano en un trasteo con personalidad. Basó su faena en la mano derecha, a la que le imprimió ese pellizco que siempre abanderó su tauromaquia. El utrero de Talavante, bajito y corto de manos mantuvo su temple de salida durante toda la faena, pero sus rebrincadas embestidas propiciaron que la faena careciera de mayor limpieza. Tras la estocada cortó el doble trofeo.
No se dejó nada en el hotel el jerezano, el cual le formó un auténtico lío a un exigente animal de Torrestrella. Lo recibió rodilla en tierra para luego sentirse toreando a la verónica, expuso en banderillas y dejó su poso y madurez en una faena compacta. La tanda inicial rodilla en tierra tuvo empaque y torería, para más tarde ‘darle fiesta’ al animal con sus armas de siempre. No fue fácil el astado, pedía firmeza en cada cite, aguantar esa embestida en línea recta, pero sin embarga fue agradecido y fue a más en la lidia. Por ambos pitones le enjaretó faena, Padilla tiró de raza y pundonor cuando las boyantes embestidas del utrero fueron menguando. Acabó su faena entre los pitones de un animal de vuelta al ruedo. Tras una estocada sin puntilla cortó las dos orejas y el rabo de un toro de seria y agradecida embestida.
Faena de paladares exquisitos la realizada por un inspiradísimo Abellán a un enclasado animal de El Freixo, ya lo marcaban sus hechuras y esa cara recogida -tan torera-. El madrileño se vistió de Juan Mora, dejó volar sus muñecas para plasmar en el ruedo una faena de máxima inspiración, templanza y regusto. Toreó para el toro de salida, abriéndole los caminos y dejando una media de fino trazo, plasmó un garboso quite por chicuelinas con el compás abierto, para más tarde regalarle a la Algaba una faena de guante de seda ante un animal rajadito pero de amexicanada embestida en la muleta. Ralentizó los muletazos Abellán, toreó al ralentí, una faena de altos vuelos. El de El Freixo se quería comer la muleta deslizándose sobre las telas del torero, como si la pañosa fuera un pincel, dibujó surcos en el ruedo, barría con el hocico la estela que dejaba el trapo rojo. Abellán se acordó de Mora, de ese concepto lleno de pureza y magisterio, de las mulecas rotas y el alma en la pañosa, dejó el frescor de una obra con sello propio, los naturales fueron eternos, los derechazos tuvieron ‘usía’, los remates duraron media hora, sin duda una faena de una tremenda belleza ante un utrero mansito, pero que sin embargo en las telas se entregó como solo lo hacen los toros de nota. Se le pidió el indulto al toro -no concedido por la autoridad-, pero si la justa vuelta al ruedo y las dos orejas para Abellán -a muchos se nos antojaron escasas-, el rabio hubiera sido un justo premio.
Pese a estar poco placeado Manuel Carbonell estuvo a la altura ante un animal mansón y de cambiante embestida de Dolores Aguirre. Destacó el torero sevillano al natural, dejando pasajes estimables ante un toro justo de fuerza. Quiso el sevillano dar las gracias por la oportunidad tirando de raza y sobreponiéndose a las adversidades con una faena sincera. Tras cobrar una estocada le arrancó las dos orejas.
Cuajó el torero de Gerena una faena llena de pellizco y torería ante un buen ejemplar de Ricardo Gallardo. Ya desde capa bordó el torero en un saludo templado. El quite por chicuelinas tuvo ajuste y personalidad. La faena estuvo impregnada por el aroma de la torería, cuajó sensacionales muletazos por ambos pitones, el de Fuente Ymbro la tomaba con ritmo y largura, su nobleza dejó a Daniel romperse en muletazos hasta detrás de la cadera. Larga, muy larga resultó la faena de un torero arrebatado, roto ante un ejemplar con grandes virtudes. Se inspiró, se durmió como su compañero Abellán en muletazos a cámara lenta, rebosantes de plasticidad y hondura. Acompañaba el cante, se abandonaba el torero y la bravura del utrero se hacía patente. Se le pidió el indulto a un animal – no concedido por el presidente-. Máximos trofeos para Luquey vuelta al ruedo para el de Ricardo Gallardo. Un golpe sobre la mesa el que dio el torero sevillano para poner un gran broche a una temporada agridulce.
El último de la tarde fue un novillo que nunca acabó de entregarse. Estuvo voluntarioso, siempre queriendo un Corradini que debutaba con caballos en la tarde de hoy. Lo dio todo, tanto con capote como con muleta, e incluso llegó a recibir una serie voltereta. Aún se le notan carencias, lógicas de su poco bagaje, pero las suplió con descaro y arrojo. El de Garzónde irregular embestida no lo puso fácil, un utrero con teclas que al sentirse podido desarrolló en genio. Tras pinchazo y estocada cortó las dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Algaba, Sevilla. Festival taurino en beneficio del subalterno José Manuel Soto. Más de Tres cuartos de plaza.
Novillos de Fuente Ymbro, Talavante, Torrestrella, de vuelta al ruedo, El Freixo, de vuelta al ruedo,Dolores Aguirre, Fuente Ymbro de vuelta al ruedo y Hermanos Garzón.
Juan Serrano «Finito de Córdoba”: Dos orejas.
Ortega Cano: Dos orejas.
Juan José Padilla: Dos orejas y rabo.
Miguel Abellán: Dos orejas.
Manuel Carbonell: Dos orejas.
Daniel Luque: Dos orejas y rabo.
El novillero Carlos Corradini: Dos orejas.
INCIDENCIAS
Todos los participantes en el festival brindaron sus faenas a José Manuel Soto
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