La Real Maestranza de Caballería de Sevilla acogía, este domingo, la corrida de rejones del abono de San Miguel, en la que se lidiaban astados de San Pelayo para Andrés Romero, Lea Vicens y Guillermo Hermoso de Mendoza. A las seis arrancaba el paseíllo. Así te hemos contado toro a toro la tarde de la Puerta del Príncipe de Guillermo.
Guillermo Hermoso de Mendoza se convirtió en el Príncipe del toreo a caballo gracias a dos faenas con el sello de la rotundidad. Tiene una cuadra muy consolidada, con Animales que como el lo quieren hacer todo despacio. Como en el toreo, la caricia doma. Las tres orejas lo catapultan a un lugar que por condiciones se ganó. Esas condicione innatas que tiene Lea, una rejoneadora que pasa por un momento de madurez en su rejoneo, hoy volvió a dar un paso más para llegar a donde quiere. Se llevó el lote más áspero de una corrida con carbón. Una tarde en la que la cruz la vivió un Andrés Romero que pese a las adversidades supo venirse arriba y honrar su profesión con una actuación maciza.
Comenzó la tarde con una actuación muy meritoria la de Andrés Romero a un animal de San Pelayo con movilidad pero falto de raza. Tras sacar literalmente al toro de chiqueros y templar las arrancadas del astado, se sobrepuso el onubense al percance sufrido a lomos de Máximo. Perdió pie en el centro del ruedo, infiriéndole el astado dos cornadas que helaron la sangre de los allí presentes. Desgraciadamente horas después se confirmaría el fallecimiento del animal. Una labor en la que el onubense tiró de raza para meter en el canasto las cambiantes embestidas de un toro con dificultades. A lomos de Kabul dejó pasajes interesantes, citando de frente y colocando banderillas en la misma cara. Un caballo de una gran expresión que se deja llegar mucho los animales. Posteriormente con Guajiro le imprimió temple a su labor ante un animal reservón. Se metió en los terrenos del toro para dejar banderillas de mucho mérito. Todo lo puso Romero en un final de faena que subió enteros con unas piruetas en la misma cara del animal. Se atascó con los aceros y saludó desde el tercio.
Salió Lea a recibir al segundo a lomos de Cleopatra con la que realizó un templado inicio de faena. Dejó un único rejón de castigo para dejar enterito al animal. Lo mejor vino a lomos de Bético con un toreo muy templado a dos pistas en el que se dejó llegar una enormidad a un astado nada fácil. A lomos de Diluvio dejó dos banderillas de gran expresión y un toreo a dos pistas muy torero. Un caballo interesante que acusó un pequeño percance en la nalga, ahí el caballo pareció afligirse, se le vio algo desconfiado ante un toro que fue de más a menos. Saludó una ovación tras tener que usar el vergudillo.
Se pareció mucho este tercero a sus dos hermanos lidiados en primer y segundo lugar, un toro muy justo de raza que acabó parándose. Lo toreó muy en corto a lomos de Jíbaro, todo en una perra gorda y sobre poniéndose a un albero algo húmedo que daba cierta inseguridad. Un animal que en los capotes tuvo calidad pero al que había que llevarlo siempre muy encelado en la cola del caballo. Un Guillermo Hermoso que todo lo quiso hacer despacio. Con Berlín dio un auténtico recital de torero a caballo. Las Hermosinas fueron muy ajustadas. Rejoneo de mucho oficio, el cual se mostró muy por encima de un astado que fue de más a menos. Le dio siempre las ventajas al de San Pelayo, aprovechando las inercias para cuajarlo en un vibrante tercio de banderillas. Con Indico mantuvo el nivel de una faena que cerró a lomos de Esencial. Cortas en los terrenos del toro y una a dos manos en las que tuvo que sacar los brazos para llegar a un animal muy aquerenciado que siempre se puso por delante, lo que le quita mucho sitio al animal. Tras un rejonazo que tiró sin puntilla al animal cortó las dos orejas.
Con el marsellés en mano se fue Andrés Romero a recibir al cuarto a los chiqueros, un toro que ya de salida se orientó. Animal cambiante de ritmo que nunca se empleó. Aprovechando las querencia se metió Romero en los terrenos del toro a lomos de Caimán. Dos banderillas de gran mérito y expresión pusieron al respetable en pie. El de San Pelayo, una vez perdida la movilidad inicial sacó a relucir su geniuda condición. Siempre esperando detrás de la mata y pendiente de todo menos de rejoneador y caballo. A lomos de Guajiro no dejó que la faena bajara en intensidad. Labor de gran compromiso en la que Andrés no se dejó ganar nunca la pelea ante un toro incierto, el cual se arrancaba con cuatro trancos al galope pero se paraba. Tras tener que usar el verduguillo dio una vuelta al ruedo. La petición fue insuficiente para cortar oreja.
Salió a por todas Lea en el quinto, otro toro de San Pelayo que sirvió más para los capotes que para el toreo a caballo. Anduvo fácil a lomos de Guitarra, una yegua con pies y mucho sitio. Ya en banderillas destacó su actuación a lomos de Diamante un caballo de gran valor y con mucha verdad en todo lo que hace. Equino de gran expresión, animal que nunca se alivió ante un toro con carácter. Lea supo tocar las teclas oportunas para que la faena no se viniera abajo. Citó siempre de frente, batiendo y clavando al pitón contrario. Antes uno de sus caballos estrella, Bético, no había estado a su mejor nivel ante un toro que le probó siempre. Esperaba el de San Pelayo costándole al animal llegar a la cara del astado, consciente de su peligro, debido a su imprevisible embestida Pese a su gran oficio no tuvo su mejor día. Cierto es que el animal no tenía maldad, pero siempre embestía a arreones. Dejó banderillas cortas en buen sitio. Finalmente fue ovacionada
Actuación muy redonda la realizada por Guillermo Hermoso al sexto de la tarde. Una labor de gran intensidad que ya desde el inicio caló en el respetable. Paró al animal en muletazos con la cola de Alquimista, todo en torero parándolo en círculo a lomos de un caballo de grandes virtudes. Ya en banderillas con Disparate formó una auténtico lío. Toreo a dos pistas alternado con su clásica Hermosina dejándose llegar una enormidad al animal. ¡Qué facilidad!. Faena presidida por el temple con banderillas de poder a poder en todo lo alto. Cuarteando para fuera y clavando en el sitio. Disparate formó un auténtico disparate ante un toro con fijeza y franqueza. Se metió encima del toro en banderillas de gran exposición y compromiso. Cerró con cortas, rosas y banderillas a dos manos. Tras un pinchazo arriba y un rejonazo paseó la oreja que le abría la Puerta del Príncipe.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Octava de abono. Corrida de rejones. En torno a media entrada del aforo permitido.
Toros de San Pelayo. Desiguales de presentación y de escaso juego. Destacó el sexto dentro de un encierro con movilidad pero de poco ritmo y clase.
Andrés Romero: Saludos desde el tercio y vuelta al ruedo
Lea Vicens: Saludos desde el tercio y saludos desde el tercio tras aviso
Guillermo Hermoso de Mendoza: Dos orejas y oreja.
INCIDENCIAS: El caballo Máximo de Andrés Romero sufrió una cornada en la zona del vientre al resbalar en la lidia del primer toro. Falleció mientras era intervenido en el Hospital Clínico Veterinario de Aznalcollar. Guillermo Hermoso salió a hombros por la Puerta del Príncipe tras cortar tres orejas.
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