PABLO LÓPEZ RIOBOO

Un gran encierro lidió esta tarde El Freixo en la Real Maestranza en un festejo en el que Andy Younes y Alfonso Cadaval fueron ovacionados mientras que Carlos Ochoa dio una vuelta en el tercero

La Real Maestranza de Caballería de Sevilla acogía en la tarde de este domingo la segunda novillada de abono de su temporada, un cartel en el que hacían el paseíllo Andy Younes, Alfonso Cadaval y Carlos Ochoa. Se lidiaba un encierro de El Freixo. Se esperaba con cierto interés a la novillada del torero madrileño Julián López ‘El Juli’, un encierro que a la postre dejaría más que satisfecho a los que acudieron a la Real Maestranza en la tarde noche de hoy.

Siempre se habla que si el toro se para se para la fiesta, pues buen, hoy en La Maestranza ese tópico tan taurino no hizo falta mencionarlo, ya que la novillada que se lidió esta tarde en Sevilla fue como la sal de todo guiso, esa que le da el sabor idóneo, esa que hace que nuestro plato sea sabroso a nuestro paladar. Ese sabor lo pusieron hoy las encastadas, nobles y enclasadas embestidas de una novillada brava en el caballo y con posibilidades en la muleta de El Juli. Algunos incómodos para los toreros, otros con dulzura para torearlos con el alma, otros que no acabaron de romper…, hubo de todo, lo que no faltó fue esa sal necesaria que le dio a la tarde de hoy el punto idóneo para que todos saborearan una tarde para paladares exigentes

El novillero más destacado de la tarde fue el madrileño Carlos Ochoa, el cual sorteó un gran novillo por su clase y bondad en tercer lugar y un sexto manso y huidizo, pero con embestidas de transmisión cuando iba encelado en la pañosa. Llevaba por nombre Belicoso el tercero de la tarde, un importante y enclasado animal de El Freixo con el que Ochoa dejó una faena templada y con gusto por ambos pitones. Tuvo gran condición por ambos pitones el ejemplar venido de tierras extremeñas, de mayor galope y profundidad por un izquierdo, por el que incluso llegó hacer el avión. Lo pulseó con mimo el madrileño en una faena que caló en la afición de Sevilla pese a no tener una gran rotundidad, eso sí, hubo series con la suficiente enjundia para haber cortado la oreja. Tras la estocada el novillo tardó en caer y sonó un aviso. Se le pidió la oreja al espada, pero fue insuficiente según criterio de la presidencia, por lo que todo quedó en vuelta al ruedo, mientras que el novillo era arrastrado mientras Sevilla le tocaba las palmas.

Por su parte, el sexto de la tarde fue el animal más manso del buen encierro de El Freixo, un ejemplar que no quiso pelea en el caballo y que salió ya suelto y escupido de los primeros muletazos. Se rajó a las primeras de cambio, porfió Ochoa en una labor que le valió la conexión con los tendidos cuando consiguió que el animal fuera metido en la muleta. Tuvo cierta calidad y transmisión el de El Freixo cuando se quedó en la pañosa, pero apenas fueron muletazos contados. Muy dispuesto el madrileño en el cierraplaza, intentando sacar agua de un pozo vacío de casta. Tuvo la virtud de la nobleza y la transmisión el de El Juli, pero no tuvo continuidad en esas embestidas, por lo que fue casi imposible ahormar faena.  Se atacó con los aceros y fue finalmente ovacionado.

 

Tuvo ante sí Younes un novillo con nobleza pero la raza medida. Lo lanceó con suavidad a la verónica, sin obligarlo. Tanto Cadaval como el propio Younes dejaron sendos quites de suave metraje ante un animal que no tenía mal aire en el capote, pero que decía muy poco. Faena de más a menos del novillero galo, en un trasteo con un inicio templado y de buen trazo. El animal de noble aunque sosita condición, iba y venía empleándose en el inicio del muletazo, pero saliendo con la cara alta y desentendido del mismo. Utrero con buenas virtudes, una pena que la falta de fuerzas no dejara apretarle de verdad, ya que el animal tenía poco poder. Younes realizó una labor sobria, con buenos pasajes, pero desigual, en la que destacó algún muletazos suelto a diestras. Tras la estocada el animal se puso difícil para descabellar sonando un aviso. Tras arrastrar el tiro de mulillas al utrero, ambos fueron ovacionados, el torero desde el tercio y el animal en el arrastre.

El cuarto de la tarde fue otro novillo de buena del El Freixo, animal que ya demostró su buena clase en los lances de recibo. No hizo cosas buenas en banderillas, esperando una enormidad al cite de los banderilleros, poniendo incluso en aprietos a los de plata, sin embargo en la muleta sacó a relucir su buena condición. El de El Juli pedía la media distancia, Younes acertó a dársela en dos series iniciales de buen trazo y calado en el respetable. Tuvo fijeza, mejor condición por el derecho, dentro de un trasteo al que le faltó mayor rotundidad. Se le vio cuajado y toreado al novillero francés, dentro de una faena con dientes de sierra, en una labor de distancia corta, temple muleteril y vertical concepto. Por su brava condición, el de El Freixo pedía distancia, la cercanía le agobiaba, haciendo que sus embestidas no fueran largas, sino de corto recorrido al tener la pañosa tan cerca, un hándicap que sin duda hizo que la faena no rompiese del todo. Se atascó con los aceros y emborronó su buna labor. Tras escuchar un aviso fue silenciado, mientras que el animal era ovacionado en el arrastre.

Sevilla quería ver la evoluciones de Alfonso Cadaval tras su paso por la Maestranza el pasado año, y la verdad que por h o por b, la afición de Sevilla no salió contenta. Dos novillos de distinta condición no dejaron sacar a relucir su torero, en dos trasteos que no calaron salvo en momentos aislados. Se fue a portagayola a recibir a su primero, un novillo basto y cuesta arriba que ya desde salida evidenció su áspera y encastada condición. Empujó con celo al jaco -como prácticamente toda la novillada-, en dos varas en las que el novillo se empleó. Quiso dejar un quite por tafalleras Ochoa, con mayor intención que lucimiento, el cual no pudo soltarse debido a la embestida a media altura del animal. Llegó el utrero a la muleta con mucho carbón, acertó en el inicio de faena Cadaval, no dejándose tocar las telas. Este era un animal al que había que llevar siempre sometido para corregirle el defecto de soltar la cara al final del muletazo. Faena intermitente del sevillano, en la que nunca pudo sentirse a gusto, con buenos pasajes sueltos dentro de una labor sobria, pero  a la que le faltó mayor continuidad y sometimiento. Tras mete y saca y estocada fue silenciado tras escuchar un aviso. El de El Freixo se iba al desolladero tras la ovación de La Maestranza.

Cerró su tarde Cadaval ante un quinto novillo que salió suelto de los capotes, sin querer pelea, pero que sin embargo se  entregó en el jaco. Esa virtud la fue perdiendo confirme avanzaba la lidia. Animal de informal, descompuesta y desclasada embestida que solo dejó al novillero sevillano soltarse en muletazos contados. Intentó sacar agua de un pozo vacío en dos series, cada una por un pitón, de templado metraje, tirando del animal con suavidad, pero fue un espejismo, el novillo no quiso pelea, quedándose incluso en la cadera por el lado izquierdo. Porfió Cadaval, su serie por el derecho se cantó por parte del respetable, y ya al final de faena, antes de que el de El Freixo se pusiera imposible pulseó tres naturales y un remate por abajo muy torero que levantaron una sonrisa de satisfacción en el novillero. Pese a no ser una faena de grandes pasajes, si hubo buenos detalles y una estocada al primer intento. No obstante salió a saludar una ovación pedida por parte del público, hubo otro sector que no la vio oportuna, creándose un clima de división de opiniones cuando enfilaba la boca del burladero.

 

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. Segunda novillada de abono. Media plaza en tarde nublada aunque calurosa.

Seis novillos de El Freixo. Desiguales de presentación e interesante juago. De noble aunque con el poder medido el manejable primero. De encastada aunque áspera condición el segundo. De gran clase y bondad el humillador tercero. Enclasado y repetidor a media distancia el buen cuarto. Descastado y a menos el vulgar quinto. De noblona, mansurrona y huidiza condición el rajado sexto. Los utreros lidiados en 1º-2º-3º-4º fueron aplaudidos en el arrastre.

Andy Younes (Tabaco y oro): Ovación tras aviso y silencio.

Alfonso Cadaval (Sangre de toro y oro): Silencio tras aviso y ovación con división de opiniones. 

Carlos Ochoa (Azul celeste y oro): Vuelta al ruedo tras petición y ovación.

@pablolopezriobo (pablolr89)

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