TEXTO: Pablo López Rioboo – FOTOS: Empresa Pagés
Volvía Victoriano del Río a Sevilla tras abrir temporada en abril, y pese a que la corrida atisbó virtudes le faltó raza y entrega para no sucumbir al desastre. Sin ser una corrida mala, el concurso de Victoriano en la Maestranza dejó en el aficionado un sentimiento de desazón. Hubo cosas buenas, evidentemente, pero la corrida no dio el nivel que se esperaba de ella. El lote de Ponce fue con diferencia el peor. Ninguno de sus toros quiso ir hacia adelante, ninguno de los dos tuvo la raza suficiente para irse tras los vuelos colocando la cara. Manzanares tuvo un lote desigual. El sexto atisbó clase de salida, un ejemplar al que había que enganchar siempre, pero en la muleta se quedó en nada. El tercero embistió con gran clase de salida y tuvo prontitud, fijeza y nobleza en las telas. Fue un toro con carácter al que le faltó mayor clase. Por el izquierdo tendía a reponer, siendo el derecho por temple y buen ritmo el pitón donde mayor acople hubo.
El lote del de Salteras tuvo un toro de nota, el primero y un quinto geniudo y con movilidad díscola. ‘Galguito’, que así se llamó el segundo de la tarde embistió con franqueza, clase y profundidad de salida. ¡Parecía picado!. Se entregó en el saludo capotero, en el caballo y tercio de banderillas, llegando a la muleta con la reserva encendida. Toro al que se le midió pese a tener la virtud de la bravura. En la muleta siempre acometió, nunca dijo no a una embestida. Todo lo hizo con un tranco especial, un galope sostenido que dejó a El Cid acariciar su noble y franca embestida. Un toro que acusó la entrega derrochada pero que nunca hizo nada feo. Pese a quedarse en medias embestidas a mitad de trasteo acometió con nobleza. Duró lo que duró, pero lo entregado en el ruedo ahí queda. El quinto sin embargo fue un toro mentiroso, tapó sus defectos con la movilidad, esa que se tornó en mansedumbre tras pasar por el jaco. Rajado acabó un toro al que Manuel le dio todas las ventajas pese a ser muy desagradecido. Corrida que cumplió en el caballo, pero a la que le faltaron muchas cosas. A las figuras ganaderas hay que exigirles y hoy la divisa madrileña no puede estar satisfecha. Es lo que tiene viajar en primera.
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