Volvía la corrida de Torrestrella a Sevilla tras los buenos resultados de años anteriores. Lució una fachada fuera de toda duda, toros con seriedad por delante, caras toreras, hechuras armónicas y buen remate. El primer escollo estaba ya salvado para Álvaro Domecq. Sus toros por presentación habían aprobado el examen de la Maestranza. Ahora tocaba ver lo que llevaban dentro.
De la corrida venida de los Alburejos hay que resaltar el interesante juego que dieron. Un quinto toro de clase extra que fue a más según más se le exigía, ovacionado en el arrastre. Un sexto toro con movilidad, temple y exigencia en alturas y distancias aplaudido en el arrastre, así como un primero con transmisión, disparo y galope, pero a menos y acabando teniendo un comportamiento genuido también aplaudido en el arrastre. Del resto de la corrida destacar la complejidad de su comportamiento como carácter mas acusado dentro de la sosería y la escasa raza. Dentro de un festejo en el que el cuarto de la tarde sacó a relucir una condición agria y peligrosa al vencerse con peligro en varios muletazos. A continuación destacamos más detalladamente los toros que a nuestro parecer sobresalieron en la tarde de hoy.
La corrida empezó de la mejor manera, un sardo que se fue tras los vuelos de un capote templado y acompasado de un Garrido excelso con la capa. Ese toro es de los que podemos denominar ‘toro de público’, animal con gran movilidad y transmisión que luego en las telas embiste sin la entrega y profundidad necesita para que la faena sea rotunda. Toro que fue claramente a menos. Su primera serie fue de toro con grandes virtudes, siempre tras los vuelos de la muleta que portaba en la mano zurda Garrido. Por el derecho pese a tener movilidad no fue del todo metido en las telas. Toro que pedía distancias y que pesaba mucho en la pañosa. Con el paso de los muletazos esa embestida aparentemente brava fue tornando en genio con el toro perdiendo las inercias y el fuelle.
El ejemplar más claro y con mayores virtudes fue el quinto de nombre ‘Lucero’. Un toro que fue claramente de menos a más. Abanto de salida mejoró en el segundo puyazo, se vino arriba en banderillas y llegó a la muleta evidenciado grandes virtudes. anima al que había que ir haciendo poco a poco. Debido a su condición aceptaba el sometimiento de principio a mitad de muletazo, teniendo que aliviarlo en el final del mismo. Había que darle sitio para que su galope franco y entregado luciera más en la muleta. Exigía suavidad, si le hacías las cosas bien era agradecido en su comportamiento. Toro que pese a no humillar en su totalidad si tuvo un gran embroque y templanza. Animal claramente de derechas, ya que por el izquierdo pese a tener buena condición su embestida era más desigual.
Otro toro de los destacados fue el sexto, animal que no evidenció gran clase en los capotes pero que poco a poco fue sacando a relucir su pastueña embestida. Pese no andar sobrado de fuerzas si supo dosificarlas. Tuvo movilidad y transmisión por el lado derecho, animal de gran exigencia en alturas y colocación. Como todo los animales exigentes no podía tocar los chismes, sino se violentaba. Ejemplar que se sentía a gusto en la media distancia, en la corta se afligía. Pese a ir a menos fue un animal con virtudes.
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