PABLO LÓPEZ RIOBOO
Se cortaron un total de doce orejas y un rabo en el festival taurino a beneficio de la Fundación Padre Leonardo.
Hoy tenía lugar en la coqueta y singular plaza de toros de La Algaba (Sevilla) un festival taurino con mucho interés. En dicho festejo estaban anunciados varios toreros con argumentos para ver una buena mañana de toros. El festival, a beneficio de la Fundación Padre Leonardo, fue todo un éxito en lo artístico. Todos los espadas dejaron su sello en el albero algabeño. Hoy los seis espadas, en su concepto, estuvieron a buen nivel, vimos torear de forma rotunda. El buen toreo nunca pasa de moda.
Abrió la mañana Juan Serrano Finito de Córdoba ante un ejemplar de la divisa de Fuente Ymbro. Suave fue su toreo a la verónica, dejando a la postre una faena de corte clásico con sus ya habituales chispazos de gran belleza. Tuvo delante un ejemplar con nobleza y humillación, pero medido de fuerzas. Se gustó el torero de Córdoba en derechazos con empaque y templanza, le corrió la mano con suavidad al animal en muletazos que calaron en el respetable. La faena fue más intermitente por el lado izquierdo debido a la rebrincada embestida del astado. Tras una buena estocada cortó las dos orejas. Ovación para el manejable animal en el arrastre.
En segundo lugar, salió un enrazado animal de Buenavista con el que Manuel Escribano estuvo muy en torero. Se acopló ya de salida en el recibo a la verónica, ganándole siempre un paso a un animal que apretó de salida. Tras dejar un gran puyazo Curro Sanlúcar, el de Gerena le regaló a los presentes cuatro pares de banderillas, cerrando con su ya clásico par al quiebro. Tuvo carácter en sus embestidas el novillo, mejor por el derecho, por el que Manuel le enjaretó varias series estimables. Lo pulseó a la perfección el de Gerena en series de torero templado y ligado. Disfrutó de las embestidas agradecidas de un astado con virtudes. Dos orejas para Escribano y palmas en el arrastre para el de Clotilde Calvo.
De Villamarta fue el tercero de la mañana, un novillo bravo y repetidor al cual supo entender Manuel Carbonell. Suave fue su recibo de capa, la media con la que abrochó el saludo tuvo sabor y mucha despaciosidad. Brindó emotivamente a su padre una faena presidida por la firmeza de plantas y el temple. Pese a torear muy poco, el torero local derrochó ganas en un trasteo que tuvo sus picos de más intensidad por el lado derecho. Hubo derechazos con mucho gusto, intentando llevar siempre al toro templado y hasta el final pese al molesto aire. Estuvo a la altura de un animal que no se cansó de embestir, pese a embestir muchas veces con la carita a media altura. Por el izquierdo pese a acoplarse en menor medida, dejó dos o tres naturales muy jaleados desde el tendido. Tras una buena estocada paseó el doble premio. Palmas recibió el Villamarta en el arrastre.
Lama de Góngora volvía a los ruedos tras su tarde en Sevilla, y en suerte le tocó un cuajado animal de Domínguez Camacho al que le faltó raza, a la postre el de menos opciones del encierro. Muy torero fue su saludo a la verónica, garboso fue el remate a una mano con el que finalizó su saludo capotero. Tras un gran par de Pedro Muriel, dejó Lama un torero inicio por alto abrochado con un remate por bajo marca de la casa. Tuvo nobleza y temple el animal en las primeras series, pero al sentirse podido bajó la persiana. Porfió el sevillano con derechazos hondos y hasta el final, pero de uno en uno, lo que le quitó eco en el tendido. Por el izquierdo el animal se lo pensaba mucho y embestía a regañadientes. Tras dejar una estocada en buen sitio paseó las dos orejas del animal.
Lo mejor de la mañana se vio en el quinto, un colorao de Rocío de la Cámara con un pitón izquierdo sublime. Faena de menos a más la realizada por un Aguado que optó por no exigirle al novillo desde el inicio. Su comienzo suave y cadencioso ayudó al animal a acrecentar sus virtudes. Lo llevó a media altura en las primeras series por el lado derecho en muletazos acompasados y con aroma de toreo caro. Pero la faena cogió mayor vuelo cuando optó por torear con la zurda. Se rompió en naturales de muñecas rotas y cintura partida, cinceló naturales bellos y templados ante un animal que fue agarrando mayor clase y profundidad cuanto más le apretabas por abajo. Tuvo franqueza, galope, clase y humillación el astado, lo que aprovechó Pablo para ahormar una faena que llegó mucho al público. Se iba tras los vuelos ‘Borrasca’, un ejemplar de una calidad enorme, al cual el sevillano supo entender a la perfección. Su final de faena a pies juntos recordó a la familia Vázquez, siempre citando de frente y llevándose al toro detrás de la cadera. Bonitos fueron los remates por bajo, cadenciosos los de pecho y muy torera su salida de la cara del ejemplar. Tras una estocada tendida paseó los máximos trofeos. Justa vuelta al ruedo para un novillo de grandes virtudes. Otro toque de atención -tras su importante tarde en Sevilla- de un torero que ya está en boca de todo buen aficionado.
Cerró plaza el novillero de Écija Ángel Jiménez, el cual dejó un grato sabor de boca en los aficionados ante un grandón, aunque noble animal de Millares. Tiene algo especial este novillero, es distinto, y hoy en la Algaba volvió a demostrarlo con capote y muleta. Siempre quiere traerse a los animales toreados, pulseándolos y vaciando el muletazo. Tuvo nobleza y cierta calidad el de Millares, lo que aprovechó el de Écija para torear despacio y con elegancia al astado. Hubo remates muy pintureros, con gracia y arrebato, así como naturales sueltos de buen trazo. Con la derecha entendió mejor a un novillo que pedía su distancia. Muletazos llevándose al toro detrás de la cadera, templando y mimando las embestidas de un ejemplar no sobrado ni de poder ni fuerza. Su final de faena tuvo el sello de la inspiración, con remates muy toreros y trincherillas con sabor. Pese a matar mal le fueron concedidas las dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de La Algaba (Sevilla). Festival taurino a beneficio de la Fundación Padre Leonardo.
Novillos de Fuente Ymbro, Buenavista, Villamarta, Domínguez Camacho, Rocío de la Cámara y Millares. Desiguales de presentación y de buen juego en líneas generales. Destacó el gran quinto, de nombre ‘Borrasca’ premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Juan Serrano ‘Finito de Córdoba’: Dos orejas
Manuel Escribano: Dos orejas
Manuel Carbonell: Dos orejas
Lama de Góngora: Dos orejas
Pablo Aguado: Dos orejas y rabo
Ángel Jiménez: Dos orejas
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