TEXTO: Pablo López Rioboo – FOTO: Arjona
Legaba a Sevilla la legendaria ganadería de Mira, esa que en su dilatada trayectoria tantas tardes de gloria ha dado. Pero hoy todo salió como no tenía que salir. Un encierro descastado dada al traste con las ilusiones de los tres espadas y de una Sevilla que anhelaba ver a esos toros casi ‘jurásicos’ embestir en el ruedo. La corrida embarcada desde Zahariche, pesona, grandona y en muchos de sus ejemplares, cinqueña chafó el cierre de la feria. Su justeza de fuerzas y las complicaciones en su comportamiento no dieron lugar a poder hacer faena. El año que viene volverán a Sevilla y su plaza les seguirá esperando. Mientras tanto y parafraseando a un buen amigo como es Ignacio Sánchez-Majías solo puedo decir, ¡Que viva Miura!
Se desplazó de salida el primero de la tarde. Ejemplar con suavidad, pero muy justo de fuerzas. Mejor en su primer encuentro en el jaco donde empujó con clase. Se desplazó en el capote, mejor y más templado por el lado izquierdo, pero cambió en la muleta, acortando el viaje sin emplearse. Le faltó recorrido y raza para irse tras los vuelos. Deslucido este abreplaza.
Toro complicado el segundo de la tarde. Un animal que hizo una brava pelea en varas pero que sacó complicaciones en la muleta. Tuvo la virtud de la prontitud, pero fue acortando su viaje conforme transcurría la faena. Animal cambiante al que le faltó humillar. Por el izquierdo tuvo medio muletazo, quedándose en las zapatillas. Por el derecho tuvo nobleza y cierto temple que fue tornando en brusquedad.
Tuvo también nobleza y temple el tercero de la tarde. Un animal justito de fuerzas que cumplió en el caballo. Toro al que quizás le faltó un punto de humillación. Tuvo clase y despaciosidad en sus embestidas un Miura que tuvo virtudes y al que había que alargarle el viaje y llevarlo muy empapado en las telas. Por el izquierdo sacó un punto más de entrega al final de la faena. Acabó parándose y con medias embestidas.
No valió el cuarto, un Miura de embestida insulsa a media altura que pasaba sin entrega. Más que embestir, topaba. Toro sin emoción ni casta este de Zahariche, el cual nunca quiso de verdad ir hacia adelante. Su pelea en el caballo fue a más pese a no ser nada del otro mundo.
Tuvo movilidad de salida el quinto, un toro que tuvo una buena, aunque desigual pelea en varas. De embestidas descompuesta, sin entrega ni clase. Un toro con genio y peligro que no fue nunca metido en la muleta. Todo lo hizo a media altura, incluso por el izquierdo se quedaba debajo. Un regalito este quinto de Miura de agrio y orientado comportamiento.
No dio opciones tampoco el deslucido sexto bis, un animal que nunca quiso tomar con Franqueza la muleta. Tuvo un comportamiento desigual este sobrero en el caballo, quedándose corto ya en banderillas. En la muleta se movió sin entrega, con mejor inicio que final del muletazo. No quiso nada por la izquierda. Ejemplar desrazado y justo de fuerzas que no levantó la tarde.
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