PABLO LÓPEZ RIOBO / FOTOS: MAESTRANZA PAGES-TOROMEDIA
Solitaria vuelta al ruedo para Pachecho, ovación para ‘Calerito’ y silenciado Muñoz en su lote. Novillada de Dolores Rufino encastada en el caballo pero de juego muy desigual.
Una nueva novillada picada acogía, este jueves, la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, dentro del 18º festejo de su abono.En el cartel, Miguel Ángel Pacheco, Jesús Muñoz y Juan Pedro García‘Calerito’ haciendo el paseíllo frente a una novillada de Dolores Rufino.
Una terna joven llegaba hoy a la Maestranza para apostar por su futuro. Un tiempo venidero que otea en el horizonte con muchas vertientes e interrogantes. Inclinaciones de enigmas que llegarán igual que han venido a Sevilla. Todo por decidir y todo por alcanzar. Los jóvenes novilleros han jugado su apuesta, pero por una cosa u otra, ese envite ha quedado sin respuesta. Pachecho tenía como objetivo sumar más crédito para la inminente alternativa. Muñoz elevar el número de festejos y por su parte ‘Calerito’ alcanzar los puestos más altos del escalafón…pero al final, la respuesta a la apuesta jugada lo ha dejado todo igual que empezó, sin el triunfo deseado. Esa apuesta que veremos si más adelante -con más paseíllos a sus espaldas- son capaces de tornar en triunfo. La injusticia de un sistema encorsetado hace que Sevilla sea la única baza de novilleros aún por pulir, pero parece ser que así está montado. El mundo al revés.
El primero de la noche fue un novillo de Rufino serio y muy bien presentado. Un animal que acometió con movilidad pero sin entrega al capote de Pacheco. Empujó con más genio, que casta, en el jaco llegando al tercio de banderillas sin definirse. La lidia no ayudó en absoluto. En ese mismo segundo tercio tras rematar en el burladero del tres se partió el pitón izquierdo, no siendo devuelto a corrales. Se vino arriba en la muleta regalando tres series con importancia por el derecho, francas y humilladas, ante una muleta de un Pacheco firme y asentada. Le corrió bien la mano e intentó siempre templarlo. Sobresalieron los cadenciosos pases de pecho. Por el izquierdo no fue igual, se quedó corto y embistió siempre por dentro, acusando también el pitón roto. La faena se vino a menos y tras sonar un aviso y dejar una estocada baja fue silenciado. Palmas para el de Rufino en el arrastre.
Tampoco remontó la noche en el cuarto, un novillo que evidenció su falta de entrega ya desde salida. Empujó en el jaco con geniecito para más tarde llegar a la muleta con muchos pies. Lo mejor del trasteo del gaditano fue su inicio rodilla en tierra y una segunda tanda en la que supo entender al animal. Pero ahí se acabó todo, el de La Línea se perdió en un mar de muletazos, en los que no encontró las claves para sacar mayor partido al utrero. Novillo que necesitaba una muleta firme. No acertó en llevarlo sometido y ahí el novillo se puso protestón. La faena fue a menos, tras acortar viaje el animal. Pacheco en la corta distancia al menos pudo demostrar predisposición en una faena a la que le faltó acople. Tras la estocada se le pidió la oreja, la cual no fue acertadamente concedida. Sonó un aviso, dando el novillero una vuelta al ruedoprotestada por la mayoría.
Tuvo mayor temple el segundo de Rufino, un novillo que acudió con bravura y clase al peto en el cual se le castigó en demasía. ‘Calerito’ dejó en su turno de quite dos verónicas de fino trazo. Tuvo son y franqueza por el derecho, un novillo que pedía suavidad pero al cual le faltó transmisión. Labor sin eco en los tendidos la de un Jesús Muñoz que abusó del toreo en línea y en muchos casos hacia fuera. Por el izquierdo el novillo embistió con menor entrega. No consiguió remontar faena un novillero que llegó a Sevilla con tan solo un paseíllo en 2017. Tras pasaportar al animal todo quedó en un silencio respetuoso.
Tampoco hubo nada reseñable en el quinto capítulo. Un novillo quenunca quiso ir hacia adelante y un novillero que evidenció una palpable falta de rodaje. Pero así está esto, sin novilladas el resultado es este. Una pena. Jesús Muñoz no pudo conectar con un público debido a un trasteo plano, una faena en la que tuvo delante a un novillo de escaso celo y menos casta. Porfió en una faena larga, en la que se unieron sus escasos paseíllos y un animal que no ayudó nada. Tras la estocada vio su labor silenciada.
Se fue a la puerta de chiqueros Calerito para recibir al tercero. Las verónicas posteriores a la larga calaron en el respetable. Bravo fue este de Rufino en el peto, el cual se arrancó en dos puyazos desde la media distancia. Dejó su sello Pacheco en un vistoso quite capote a la espalda para más tarde realizar ‘Calerito’ una faena de más a menos. Firme y decidido estuvo a derechas, con la cabeza fría y las plantas asentadas. Todo se lo hizo a media altura ante un animal cambiante al cual le faltó raza. Quizás le faltó enfibrarse y conectar más con el respetable en los momentos claves de su actuación. Pero también es cierto que a base de su disposición consiguió sacarle muletazos estimables al animal. Los naturales brotaron de uno en uno, en un pasaje de la faena de momentos álgidos. Con el novillo ya muy parado el sevillano tuvo que abreviar. Tras la suerte suprema fue ovacionado desde el tercio.
Muy complicado resultó el sexto de la noche, al cual recibió ‘Calerito’ en chiqueros. Manso de libro fue ‘Milbananas’, el cual derribó a José María Expósito en varas, más por genio que por bravura. Mucho mérito tuvo su labor. Sin opciones se vio ‘Calerito’, el cual no pudo meterle mano a un animal con peligro. Miradas, medias arrancadas… todo en contra lo tuvo el novillero. Un utrero de hule, de esos que no dan opciones ni a justificarse, por ello tuvo que abreviar Juan Pedro. Muy hábil anduvo con la espada para pasaportar al animal -al segundo encuentro- con una media estocada, pero el descabello alargó su labor. Sonó un aviso y fue finalmente silenciado
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla. 18º festejo de su abono. Novillada con picadores nocturna. En torno a media plaza en noche que acabó tornándose en fría.
Novillos de Dolores Rufino. Correctos de presentación y de juego desigual. Realizaron una interesante pelea en el peto.
Miguel Ángel Pacheco; Silencio tras aviso y vuelta al ruedo -protestada- tras aviso.
Jesús Muñoz; Silencio y silencio.
Juan Pedro García ‘Calerito’; Ovación con saludos y silencio tras aviso.
Incidencias:
.- Minuto de silencio al final del paseíllo en memoria del Sr. Manuel Lozano Hernández, abonado más veterano de la plaza.
.- El matador de toros sevillano Rafael Serna, «ejerció de profesor» con los estudiantes invitados por la Empresa Pagés a la cuarta novillada de abono.
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